lunes, 9 de noviembre de 2009

Mi Buenos Aires querido




Sentado al borde de una silla desfondada,
mareado, enfermo, casi vivo,
escribo versos previamente llorados
por la ciudad donde nací.
Hay que atraparlos, también aquí 

nacieron hijos dulces míos
que entre tanto castigo te endulzan bellamente. 

Hay que aprender a resistir.
Ni a irse ni a quedarse, 

a resistir,
aunque es seguro 

que habrá más penas y olvido.

Juan Gelmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario